domingo, 7 de octubre de 2007

MARÍA ISABEL PERALTA
(1904 - 1926)

LA CARAVANA PARDA

Se vierten los ocasos
como una vena rota en los ribazos
y manchan hasta el ampo de la nieve;
pero mi extraño mal que nadie encuentra
ha de irse, Señor, por la ancha puerta
que abre la trizadura de las sienes.

Y tú has de perdonarme,
y el signo de tu amor habrás de darme:
que me sepa acogida en tu regazo.
Enferma, enferma ¡siempre enferma!
perdóname, Señor, deja que duerma,
¡cierra mis ojos turbios de cansancio!

El ala de vampiro
de la noche, que envuelve los martirios.
tú la doblas, Señor, con mano buena;
pero si el ala inmensa tanto tarda
en cobijar, mi caravana parda
ha de hallar sola la escondida tienda.

CANTAR

Duéleme el cantar, si canto,
duéleme el reír, si río.
Madre, ¿por qué sufro tanto,
que, hasta el zumo que se exprime
en mi lagar, es amargo?

La herida recién abierta,
y la ya cicatrizada
que teñida está de rojo,
parece también que sangra.
Me duelen, Madre, me duelen...
¡Estoy toda lacerada!

No hay bálsamo para llagas
ni palabras de milagro.
Ha de írseme la vida
como el perfume del vaso.
Madre, se me va el perfume...
¡Y ni sabrán que he pasado!

MARIA ISABEL PERALTA

Obra poética: "Caravana parda" (1933)

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

La fatalidad es un monstruo de alas venenosas que en todas las épocas hace estragos en los espíritus talentosos y bellos.

María Isabel Peralta sufrió desde niña una penosa enfermedad: tuberculosis. Tan joven. Tan frágil. Tan indefensa. Sólo alcanzó a vivir 21 años...

Pudo haber sido tan grande -o más-
que Gabriela Mistral: su talento es de una luminosidad extraordinaria.

Entre tantos sufrimientos y privaciones, atormentada en demasía, alcanzó a dejarnos un poco de su alma dulce, transparente.: auténticas joyas poéticas. GRan poeta chilena. La mejor. Gran altura.

Su pequeña obra debería ser reeditada constantemente, pues constituye un ejemplo para las juventudes: su valentía, su fuerza interior, su vida, su obra...

Si su vida fue un calvario, un constante vivir entre guijarros y espinas, al menos hoy deberíamos levantar su poesía, tan galana, tan
lozana, tan bella, como una de las mejores del planeta a través de todos los tiempos.