domingo, 21 de octubre de 2007

REGINA VOGT
(1954)

LLUVIA TEMPRANERA

Lluvia tempranera, cuando aparezcas,
no lo hagas sobre mi almohada.
Cuando vengas,
cuenta los minutos esparcidos sin retorno.
Cuando llegues
llorarás y nadie
secará tus lágrimas celestes.

Rueda por el empedrado
deslizando húmedos recuerdos
en los muros de helechos.
En un canto de profundidades
vuelcas tu alma;
siembras con cristales la dormida frente
sobre tierra ávida de llanto.

Cuando lluevas
vierte tornasoles
en el techo entumecido de los pasos.
Roza con la melodía más antigua
las veredas de mi pensamiento.
Abandona quietudes en el sendero,
apacigua con tus claros dedos
el dolor en las heridas
de mi guerra...

RÉQUIEM

a mi madre

La tierra se ha tragado todo en silencio. Polvo al polvo,
y tu rostro ya es pasado.
Polvo al polvo, eras sólo eso.
Tan sencillo, no era complicado. Las aves seguían trinando,
las plantas florecían, el viento era el mismo de siempre.
Y tu rostro en paz,
ya no estaba. Polvo al polvo, lo leí desde pequeña. Y me daba
miedo.
Pero el miedo ya no estaba: se lo llevó tu rostro dormido.
Era sólo eso,
nada más y nada menos. El aroma de las flores ya no angustiaba,
la lluvia no lloraba, era el mismo cielo. Polvo al polvo,
y las hojas caían sin sonido.
Tus flores siguen vivas y creciendo, tus árboles se inclinan
para recordar tu rostro.
Era sólo eso, y tú ya no estabas.

REGINA VOGT

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA. CARLOS ORDENES PINCHEIRA

La naturaleza conmueve con sus múltiples facetas y siempre se identifica con las almas bellas.
de elevados sueños...

Y Regina Vogt tiene belleza en su alma y sus versos son cada día más transparentes y acertados. Ambas se parecen: una, arroja dedales de agua dulce, y la otra, multiplica sus piedras preciosas...

Regina siempre ha sido poeta y ahora lo demuestra con destreza en una comunicación veraz entre cerebro y corazón...