martes, 30 de octubre de 2007

LILA CALDERÓN
(1956)

NO ES SÓLO UNA CUESTIÓN DE PASOS

Cuando dejé de oír mis pasos
empecé a inventarlos

El problema era la confusión
con el tiempo

Se mezclaban las huellas
afroindoamericanas
de antes del deshielo
con las listas sobrantes
de pasos grabados
en la memoria colectiva
Y no era sólo la confusión
con el tiempo

A veces estaba el eco de un pie
desnudo
con tacón a lo Magritte
buscando a tientas su camisón
de noche
o la vida real.

A veces era un pie con herradura
de caballo
intentando dar con el oeste
con el jinete que guiara
al paraíso

A veces era un pie de Cenicienta
arrancando
del zapato de cristal
o pasos atrapados entre corredores
blandos
de otra galaxia
o pasos de baile de las hadas
iniciándose ante el espacio del tiempo
o pasos clandestinos
a punto de perder la cabeza
huellas de zombies avergonzados
de sobrevivir
y huellas de invasores
que venían a darnos muerte
psicológica
para salvar el futuro y
huellas de arañas apagando la luz
y de pescadores con sus redes
pasos de árboles con las raíces
crispadas
pasos que venían huyendo
desde la televisión misma
pasos de sol con todos los rayos
quebrados y
pasos de la tierra temblando
fuera de su órbita
pasos humeantes de hombres
tristes
renegando del mañana
inmigrantes de otra ciencia ficción
con mayores posibilidades de cielo
pasos que querían encontrar
algún secreto
antes
del cierre
y salvarse

Pasos románticos que quisieran huir
con otros pasos de cualquier edad
y no perderse solos

El problema es que ya no era
una cuestión de pasos

Era una cuestión de gritos

Cuando dejó de oír sus gritos
empezó a inventarlos

Su problema era la confusión con el eco

de la voz de Ofelia flotando en el río

LLUVIA FINAL

(fragmento)

Las calles con sus murallones atentos a desmoronarse
dejaron rodar la lluvia
subtítulos
para cientos de monólogos
acumulados por la historia
Las radios saturadas de frecuencias
rebotarán sus voces confundidas
Nadie reconocerá su parlamento
idiomas montados unos sobre otros
enmascaran la lectura
Entre los charcos de lluvia y sus borrosos reflejos
cada cual intenta encontrar
una frase
para volverla a lanzar como bumerang siniestro
Las palabras convertidas en imágenes
se proyectarán sobre el barro
Alguien advirtió sobre el peligro de reciclar el ciberespacio
y adelantó su protesta como una profecía
El caos abre sus puertas
La caja de Pandora agotó su cupo sin embargo llueve
Todo es ácido
El sol enciende un grito y una estrella se rompe el corazón
La sangre atrae sangre
y alcantarillas con sus venas hinchadas
se bifurcan en ríos...

LILA CALDERÓN

Obra Poética: ""Balance de blanco en el árbol triste de Durero" (1993);
"In memorian"( 1995); "Por suerte había otra vida" (1999); "Piel de maniquí" (1999)

2 comentarios:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

Poesía de transparencia admirable con pasajes que sorprenden y emocionan. Madera de finas vetas, bellas resonancias.

Poesía clara, honesta, vital, ajena a los artefactos tan en boga propalados por "insignes" estafadores de la belleza.

Poeta auténtica, fiel a su propio yo: siendo su obra de gran altura, jamás ha recurrido a influencias (que las tiene) para obtener premios, becas, viajes al extranjero, etc.

Es admirable su honestidad, ese pararse frente a la vida sin andar sobando lomos para obtener esto o aquello; la admiramos porque somos de la misma especie.

Valiente, digna y excelente poeta...

Lila dijo...

Gracias, querido Carlos, valoro mucho tus palabras.

Un abrazo.