lunes, 19 de noviembre de 2007

ISABEL VELASCO
(1937)

DESPUÉS DEL SILENCIO

Necesito partir sin dejar huellas.
Imagino procederes
dejo al mañana
discurrir fórmulas perfectas.

Atemoriza el juicio severo
aquello ata,
impide determinaciones ligeras.
Moriré sin dejar leve sospecha.
Nadie imaginó
que acuñé soledades
que me enredaron las penas.

TEMPESTAD

Silencio
acuñado en caricias
compañero de mariposas
no interfieres apuros ni calma.

Silencio
trae música
el tan tan de tambores brujos,
atracción, malignidad y sudores
del hallazgo sin tiempo.

Una gota de lluvia
trae otra, y otra, y otra gota de lluvia.
Dos, tres, encantan,
detienen tiempos.
En loca carrera deslizan presencia tras la ventana.

Inesperada, bienvenida lluvia,
alivias sed.
Lluvia
tu persistencia entumece refugios ligeros.
Tu porfía cruel
destruye hogares arrastra recuerdos.
Lluvia
calma tu furia,
duérmete en las nubes,
¡no empañes mis soles!

ISABEL VELASCO

Obra Poética: "Sol dónde estás" (1971); "Cardos" (1972);
"Tú, ayer (1975); "¿Quién soy?"(1978); "Del silencio" (1981)
"El tiempo detenido abrió espacios" (1981);
"Después del silencio" (1993)

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

En la diáfana poesía de Isabel Velasco vemos como se desploman lunas, amapolas. se rompen dioses y cielos, y más de alguna guitarra languidece bajo una luz parpadeante.

Hay una fuerza poética innegable, hazaña de un verso que se estremece y comunica raras músicas.

Ha alcamzado soltura, solidez. Su paso es firme, sin vacilaciones. Sabe lo que hace y lo está haciendo bien.