MARISOL WEXMAN
CON SUS MANOS EN LA SOMBRA
Gallardo y sin excusas
el hombre de negra levita
se acerca
regresa el agua
a mi voz encordada
Asoman de su carruaje ruidos funerarios
una daga
Promete asilo
abundancia
que hará crecer la entretela
de mi sostén
dice
que amará
a la mujer que atrape
de espaldas al espejo
Estira su lengua
a trazos imperfectos
perfumando mis redondeces con manzanilla
decora mi sepultura
con su gozo
TERAPIA
Doblada como pañuelo
con un ala rota
arrastro tinieblas
una historia
épocas de fiebre
Vengo prófuga
Con la mente en sepia
y un fardo de pecados ligeros
llego
al deshilvanador de ritos
a lavarme la piel
Descargando sollozos
en mis hombros
me entregó condolencias
por cada pérdida y ganancia
de mi imagen disfrazada
Pretendo recoger del abandono
las candorosas huellas y evidencias
de oficio
Así, creo,
se deshoja la penumbra.
lunes, 22 de agosto de 2011
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