miércoles, 29 de agosto de 2007

Niño palestino
en tus ojos, una tormenta de juguetes destrozados,
un conejo de peluche
vomitando atardeceres quemados en pólvora...
tus manos sobre el pecho
como deseando
atrapar
esos latidos que se te escapan,
mientras el odio hace retumbar los suelos...
ah tierra de espantos y penurias...!
nada es luminoso
para tus pequeños pies que van
tras el camino
de anteriores niños despedazados...
naciste
entre estallidos y gritos agònicos,
el tesoro
de unos pezones y un arrullo
al caer la noche fueron apagados...
y en vano tus gestos
y palabras entrecruzadas de làgrimas
mojan el polvo
de quienes lucharon desde centurias
por tu libertad...
no encontrarás a tu madre
entre las ruinas de la destrucción...
las casas que conociste cayeron
como edificios de espuma
ante el azote de las bombas...
oh hijo del terror,
debes sobrevivir, crecer entre la barbarie,
huérfanos de panes y de frutos...
cuando te alces
como un cedro de poderosa raíz,
saldrás
a defender tu derecho a la luz y al pan...
llora,
sì, llora, pequeño trozo de Palestina, refúgiate
entre cuevas y llantos,
no seas blanco de los tiradores de la muerte,
escondete,
deja que los dìas endurezcan tus puños
para que mañana
deshagas la cara de la injusticia
¡y la bandera de la patria
sea acariciada por los simunes de la libertad...!

Jesús Espartero

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