martes, 25 de septiembre de 2007

AUTORA: MARIA MONVEL
(1899 - 1936

MARINEROS

Cuando los veo partir,
blancos, erguidos, ligeros,
quisiera ser un momento
la novia de un marinero.

Dulce de verle ha de ser
después de tan largo tiempo,
y al abrazarle, abrazar
continentes y hemisferios.

Agridulce deben ser
los besos del marinero:
salpicaduras de mar
en los labios entrabiertos.

Fruto de todos los climas,
el amor del marinero,
soleado del mejor sol
y oreado al mejor invierno.

Estrechar entre sus brazos
al que dirige los vientos,
y, cuando quiere, los une
al carro de su velero.

El sol aclaró su tez
y destiñó sus cabellos.
¡Oh la delicia de amar
al más rubio marinero!

¡Oh el sabor a continentes
que ha de haber entre sus besos,
y el olor a algas marinas
que ha de poseer su cuerpo!

Amantes de las sirenas
deben ser los marineros,
por eso llevan los ojos
teñidos de su misterio.

Un momento, nada màs.
Tocar sus cabellos rubios,
besar su boca agridulce,
¡ser novia de un marinero!


INTERIR

Suman penas mis nostalgias.
Hace frío, llueve, hay viento.
La vida plena en mi alma
y el corazón descontento.

Lograda en puño nervioso
la felicidad sostengo.
Mis hijos rien en coro...
Y el corazón descontento.

De toda la dicha grande,
nadie se fue entre mis dedos,
pero se escapó una brizna
y el corazón descontento.

Por una brizna tan sólo,
por una brizna padezco,
y con juventud y amores
el corazón descontento.

Chisporrotea la llama,
la llama que es mi elemento.
Nunca ha quemado mi piel...
Y el corazón descontento.

Los dedos que mis mayores
hijo en la rueca tejieron
maltratan el corazón,
el corazón descontento.

Los dedos ociosos, y,
como fragua el pensamiento.
¡Oh rueca de mis mayores!
¡Corazón descontento!

Tejeré largos hilos
con mis aguzados dedos
y ataré mi corazón.
mi corazón descontento.


MARIA MONVEL

Obra Poética: "Remansos del ensueño" (1918); "Fue así" (1922); "El marido gringo" (1927);
"Poetisas de Amèrica"(Antología, 1930); "Sus mejores poemas" (1934); "Ultimos poemas" (póstumos, 1937)

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

Nos alucina esta maravillosa poeta, nos embriaga su sinceridad, y esa destreza en el lenguaje altamente poético, lenguaje renovador, único.

Dulce y triste, María Monvel se fue temprano, no sin antes dejarnos su testimonio a un firmamento que siempre será nuevo.

María Moonvel, junto a Daisy Bennett, maría Silva Ossa, Carmen Äbalos y Nina Donoso, se suman a las poetas que junto a Gabriela Mistral reinan en la cumbre azul de la poesía eterna...