lunes, 1 de octubre de 2007

ELISA DE PAUT
(1916 - 2005)

EN MEDIO DE ESTE INVIERNO

Ni por el aire ni la sangre, nada.
Hoy no tocan mi puerta.

Vino la bruma del silencio a atarme,
a detenerme entera.
Pero yo, denodada,
abomino la piedra
y alzo desde esta noche
mi canto enronquecido
de inusitada paz y de ventura
en medio de este invierno.

Para cantar aunque no escuche nadie,
para que corra libre el pensamiento,
para que fluya mi agua y no se apoce
en un charco encubierto,
porque quiero que el hilo de mi canto
no se interrumpa mientras tenga aliento

Es mi razón de ser. Lo necesito
para sentirme viva en el desierto.

Ágil hermana lluvia
con tu galope renovado
te vuelves hermanastra.
¿Cómo puede tu brazo
sacudir sin cansarse
tus reiterados látigos?

Hermana cierga y sorda,
¿no escuchasel gemido
de la simiente que no será espiga,
del pescador cegado y extraviado,
del niño que no tiene sino barro
para sus pies, del pájaro
que ya no tiene canto?

Lluvia desenfrenada,
que enardeces al río, a la cascada,
contéstame si eres
celestial o satánica...

ELISA DE PAUT

Obra Poética: "Incierta primavera" (1972); "Júbilo por la sombra" (1979);
"Raíz y vuelo" (1991); "Luz y vuelo" (1991)

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

Canto sencillo, directo, sin almíbares, de mujer luchadora, abnegada. Elisa de Paut nos lleva de la mano hacia la estancia donde
abundan làmparas y miradas dolientes, a veces duras o como petrificadas; ella tiene la grandeza de reconocer tropiezos y malas tardes para pedir perdón...

Su poesía es íntima, dolorosa, inundada de aciertos. Se expresa con sinceridad y hondura, tiene el alma a flor de piel, y por eso no es extraño que salten al camino enlagrimadas luciérnagas.

Es àrbol de refrescante sombra. Es su poesía alimento mágico para el espíritu.