lunes, 8 de octubre de 2007

RMA ASTORGA
(1929 - 2000)

MALDECIDA DE LITRES

Soy la que va vestida de tristes musgos por el callejón más
olvidado, naciendo en todas las piedras, crucificada por las
aguas.

Soy la que camina más allá de las blandas fronteras del tri-
go, más lejos que todos los versos escritos.

Soy la parábola viva del maitén, su fresca sangre y el circui-
to rural de su olor verde, brincando por la ruta de los pája--
ros que no vuelven.

Soy la que coronada de hinojos y maldecida de litres, vuelve
al país de la totora, a preguntar a los abuelos por qué calló
su voz que era breve y poderosa.

Soy la que sobre las dulces sepulturas del campo, recuerda
las aves que se asilaban en el corazón de los ancianos en el
tiempo de la ventisca, para irse en primavera dejando en el
hueco un tibio llanto de recién nacido.

Soy la que prosigue siempre, empecinada como los zarcillos,
eterna como las estaciones, camino del misterio de sus huesos.

Soy, en fin, la que un día descubrirá su ácido ancestro vegetal,
explicándose por qué sus cantos dan vida bajo el sol y envenenan
al transeúnte de la noche.

TIEMPO DE FÁBRICA

La lanzadera,
el agrio ruido de las máquinas.
Fábrica acumuladora de ruidos malolientes.
Allí trasnocha el hombre con su atenta musculatura
para no perder el último quejido del desmayado pie,
del quejido de la mujer que ha dejado caer
su hijo a la basura:
porque el mañana viene con las manos vacías,
y para la mujer pobre y parida
las puertas del trabajo están cerradas.
Yo te recuerdo Charo
cuando juntas del brazo
partíamos la obscuridad de la mañana
y entrábamos en el hocico negro de las máquinas,
y el frío y la humedad
nos reventaban en lágrimas los ojos.

Yo te digo desde este papel,
que un día, las fábricas
volverán su aliento cálido
y penetraremos en ellas con la mirada firme.

IRMA ASTORGA

Obra Poética: "La muerte desnuda" (1948); "Triptico" (1949);
"Ceniza quebrada" (1961); "Nido de piedras" (1992)

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

Poesía en defensa de los hijos del pueblo, campesinos, mineros, empleados; obreras textiles con sus ojos quebrados por el frío y la ausencia de los frutos y panes.

Poesía dolorosamente verdadera, maciza, reñida con el fácil grito
panfletario.

Es un canto a la vida, a la esperanza, porque la gran poeta sueña con un mañana igualitario...

Irma Astorga es una encina poderosa que no trepida en enfrentarse a los malos vientos: sale airosa porque su palabra es iluminada y derriba oxidados dogmas.