ESE SILENCIO, ESE DEL ALMA...
El silencio, ese del alma, Está preso, es prisionero De una pena vieja y santa Que sabe trepar los muros Que sabe morder el alma y romper venas y huesos y duele y así lo digo con mi pluma, con mis versos
Y las nubes nada dicen, tienen miedo de las voces Se miran en los espejos Se arreglan bien los cabellos Se quedan allá en el cielo Y lloran porque es invierno
Los manzanos están tristes mudos de labios furtivos Llevan rosas en las manos y tejen bajo el canelo Y beben vino del rojo con encinas de otro suelo
El silencio, ese del alma, habla un lenguaje sin voces Tiene un susurro de ruidos Tiene misterio y olvido Elije su propia ropa y viaja aunque este dormido
Qué lejos siento la vida Qué triste se siente el mundo Que largas que son las noches, esas de largos silencios De silencios que no hablan y duermen siempre en el alma
E L OTOÑO Y EL SILENCIO
El viento del otoño hambriento y caprichoso Girando en torbellino con los ojos llorosos Triturando hojas secas y mordiendo el olvido. Y yo, abrazo mis penas junto a un árbol caído
La tarde está cayendo y tú sigues perdido El cielo anaranjado, sin nombre ni apellido La tierra está girando y yo no encuentro abrigo Las sombras oprimidas, han vuelto y no se han ido
El tiempo está viajando…. ¡Nunca se ha detenido! Ni puede devolverse, no conoce el camino Tropieza con mi espíritu que respira abatido ¡Llevo de contrabando una pena escondida!
Las voces del silencio escuchan los latidos De amores fugitivos que huyen del destino Otoño amarillento No abandones mi nido No te lleves tus hojas, ni mi alma al olvido
LAS HOJAS CAE Y CAEN
Las hojas sueltan cadenas y logran besar la tierra Los álamos se desnudan en matices de amarillos Y el viento trae en su espalda el canto de mi guitarra Un canto de hada olvidada. ¡Sin brillos y sin amarras!
Y las hojas van cambiando en ensueño de nostalgia Yo busco cambiar mis penas sin magia ni brujería Y el viento alborotado no piensa en mi travesía Yo vengo desde muy lejos solo buscando alegría
Y vendrán otros otoños soñando morder la tarde Y nacerán nuevas hojas en mi alma y en tu alma Y crecerán en silencio mirando el cielo que arde Y volaran con el viento escuchando la cigarra
Adoro pisar las hojas que agonizan en mi alma Y sentir que algo termina en un ciclo de la vida Ya no hay silencio en otoño, con la brisa que me llama Las hojas caen y caen huyendo despavoridas Y tú besas mis estrofas que se enredan en tus ramas
AY, YO TENGO UNA REBELDÍA
Que me hace estallar en versos y en letras que son tan mías tan mías.... que hasta las siento
Ay, yo tengo una rebeldía Que suma un tres a los días Y canta mis correrías Y cuenta de mis proyectos Que llegaron a destiempo Y miran Fijo el silencio.
Los puntos de mis tejidos que se enredan día a día Mis recetas de cocina que de viejas ya están frías
Y siento extraña la noche Pero la siento tan mía Y la recorro en sus calles Y le cuento de mi vida del laurel que no florece y apenas a sorbos crece
Y yo camino de noche Me dicen que es peligroso Que no camine en lo oscuro Que las calles están solas Que las sombras tienen nombre y los parques apellidos Pero yo insisto e insisto y así recorro la vida
Ay, yo tengo una rebeldía Que es más roja en estos días Y necesito las calles Y un martillo que golpeé Y me diga que estoy viva Y en cada golpe me traiga un ramo de siemprevivas
DESNUDA
Desnuda estaba la roca las ventanas frente al mar Serena estaba la noche abierta de par en par.
En esa playa sin nombre con lirios de madrugada era azul, era amarilla era verde, era clara
Había algas y caracolas, comenzaba justo abril Las olas tejían nardos, vestían blanco marfil Y yo... tejía mi historia, con tinta de otro país con letras de plata antigua con mis sueños sin abrir.
Busqué sol, entre las sombras y encontré, clavel en flor
Tu nombre, azul intenso y azul mis pechos mojados y blanco sal en tus labios y todo el cielo morado.
El viento decía no, la noche decía si yo escuchaba mi canción yo sabía que era Abril.
Tu boca, fuego coral, amó mi piel y fue sol y brindó con buen coñac y se embriagó de verdad
Mientras el agua del mar, en cómplice olas tejía La furia del mar gemía, un bolero de nostalgia Mi canto, en cruz pedía, que nunca llegara el día Que eterna fuera la noche y eterna fuera la vida
Hambrientos lobos de mar, amarillos y bronceados Entre la bruma y el cielo mil claveles deshojaron ¡Corales y caracoles sostenían cien faroles!
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1 comentario:
En esa tonalidad tan grata, nos deleita una vez más con su poesía...
esta singular poeta cuyo verbo es de
gran musicalidad y entrega.
La integramos a este blog con nuestros mejores deseos.
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