MARIA ISABEL PERALTA
(1904 - 1926)
CANTAR
Duéleme el cantar, si canto,
duéleme el reír, si río.
Madre, ¿por qué sufro tanto,
que, hasta el zumo que se exprime
en mi lagar, es amargo?
La herida, recién bierta,
y la ya cicatrizada
que teñida está de rojo,
parece también que sangra.
Me duelen, Madre, me duelen...
¡Estoy toda lacerada!
No hay bálsamo para llagas
ni palabras de milagro.
Ha de írseme la vida
como el perfume del vaso.
Madre, se me va el perfume...
¡Y ni sabrán que he pasado!
NAVE VIEJA
Eres la nave vieja, Madre,
carcomida por el llanto del mar,
yo soy el cable y soy la estiba,
que has de arrastrar, que has de arrastrar...
Cuando disgregue tu costado
el golpe de aguas y la sal,
un mismo cobertor de espumas
nos cubrirá, nos cubrirá...
Siento que muerde el oleaje
mi cable y que lo va a cortar;
pero, si me lo rompe, Madre,
¡Ay! Te hundirás. ¡Ay! Te hundirás...
OBSESIÓN
Cava, hermano de celda, cava,
con golpe seco, acompasado:
Golpe que engendre la locura
y ya estaremos libertados.
El grillo del pensamiento
lime tu golpe de obsecado:
suelte las alas la locura
de grandes alas escarlatas.
Horada con tus dedos finos
la cal de las prisiones blancas;
que es mariposa la locura
de grandes alas escarlatas.
Rompe la celda de la carne,
incubadora de otras alas:
la muerte pliegue su cansancio
de grácil mariposa blanca.
LA BARCA
La barca, la barca negra...
De plomo el mar.
Lo forzados solloza:
¡Esta condena
no ha de acabar:
La barca, la barca negra...
De ágata el mar.
Los forzados aúllan:
crujen los remos,
solloza el mar...
La barca, la barca negra...
De ébano el mar.
Los mástiles rechinan...
La barca negra
se va a acabar.
La barca, la barca negra...
Se hunde el mar.
Los galeotes cantan,
rompen amarras...
¡bendito el mar!
La barca, la barca negra...
no está en el mar
ni están los galeotes
ni las cadenas...
¡bendito el mar!
PEQUEÑO APUNTE SOBRE MARÏA ISABEL PERALTA
La fatalidad es un monstruo de uñas venenosas que en todas las épocas hace estragos
en los espíritus talentosos y bellos.
María Isabel Peralta sufre desde niña una penosa enfermedad: tuberculosis.Tan joven.
tan frágil. Tan indefensa. Pudo haber sido tan grande como Gabriela Mistral: su talento
es de una luminosidad extraordinaria.
Entre tantos sufrimientos y privaciones, atormentada en demasía, alcanzó a dejarnos
yn poco de su alma dulce y transparente: auténticas joyas poéticas. Gran poeta. Poeta
que debería ser reeditada constantemente pues constituye un ejemplo para las juventudes:
su valentía, su fuerza interior, su vida, su obra.
Ximena Adriasola dice: "Dolor que adquiere una belleza apasionada, porque siempre enferma,
circundada de muerte, se eleva sobre sí misma y su mundo interior es un vitral, donde si
languidece y se desgarra el cuerpo físico, la luz de su espíritu atraviesa en dulces y amargas
estrofas, todo el crepúsculo excitante de su joven vida..."
Se difunde poesía de quienes han obtenido galardones no siempre merecidos, se elevan himnos,
homenajes, coronas, elogios, palabras...
Hasta después de la muerte las poetas sufren la mezquindad humana. Si su vida fue un calvario,
un constante vivir entre piedras y espinas, la menos hoy deberíamos levantar su preciosa poesía,
tan galana y tan bella como de las mejores del planeta a través de los tiempos.
Carlos Ordenes Pincheira
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