OTOÑO
llegaste cuando la aves
buscaban un refugio
y mi tronco desnudo
se abría a la tierra
para recibir la savia.
Llegaste con tu voz amarilla,
hablando a mi oído pálido.
Un lenguaje húmedo
penetró a mis ojos
y las primeras gotas
rodaron por muslos otoñales.
Llegaste...
LA ABUELA
a Sara Morales
¡Qué linda era la abuela cuando niña!
Qué bella adolescente era la abuela,
severa, orgullosa. como madre.
Que triste fue la abuela cundo anciana.
Pudo ser porque los años fueron muchos,
o por las amarguras que se arraigan,
o por las alegrías que se esfuman.
¿Qué dolores acechaban a la abuela?
Le dolía el encierro, le dolían los días,
las alas que estaban creciéndole en el alma.
Por eso es que voló con la tormenta,
antes que el ruido de los vivos la atrapara,
antes que el reloj se detuviera, huyó la abuela.
Huyó de su cuerpo anquilosado,
como lo hace la noche de la aurora,
como e escapa un ave de su jaula.
Así huyó la abuela, porque a su alma
le crecieron alas.
¿QUÉ PASARÁ MAÑANA?
Pasajera en el mundo voy cargando
con algo que me huele a muerte,
residuos del pasado,
se aferra a mis carnes.
¿Por qué yo? ¿qué signo me ha marcado
para cargar carroña a mis espaldas?
¿Qué pasará mañana cuando a solas,
emprenda aquel viaje sin regreso?
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