REGINA VOGT
RECUENTO
Ha llegado el día de asombrarse
del camino recorrido y las palabras,
de tantos silencios, mil instante.
Es hora de preguntarse
por todos los rostros y miradas,
los sonidos y por cada huida.
Cada palabra ya tiene su sentido,
cada día su sendero,
todo está inventado.
Quiero imaginar un día diferente,
un día propio, un espacio.
Quiero recrear cada huella
de mi misma y cada surco.
Quiero huir contigo, amado,
a la lejanía más cercana.
Quiero hundirme en el mar de tus silencios
y navegar en tus olas más serenas.
SUEÑO
Sueño
un mar que se despliega
en mil pétalos blancos.
Veo
la arena que se esconde
bajo ese manto de flores.
Siento
una brisa que despierta
el canto de las hojas.
Pienso
tus brazos son mi nido,
tu pecho es mi casa.
Creo
que estoy enamorada.
NOSTALGIA
Mi pena es silenciosa,
igual que el día,
no hay lluvia,
no hay viento,
no hay lágrimas
ni palabras.
Siento mis manos vacías
igual que los árboles
sin hojas.
Siento el alma callada,
igual que el día
sin voces.
El csnto de las aves
ha muerto,
ha muerto el sol.
También se cerraron mis labios
en busca de calor.
Hoy soy otoño,
mañana
¿qué será?
INFANCIA
Cuando el mundo es nuevo,
la tierra huele a lluvia
y encanto-
Las gotas todavía nos deslumbran,
atrapan en su cieculo los sueños,
surgiendo una imagen
transparente.
Cuando el mundo es nuevo,
cada día nos sorprende
descubriendo los instantes,
palpando los suaves nudos
de un tejido.
Las telas nis envuelven,
susurrando cuentos
al oído.
Los mantos nos acogen
y nos cubren.
Nos arrullan
es su penumbra
más dulce.
La arena nos sugiere,
nos invita,
se desliza,
se deshace,
se amolda
a nuestros sueños,
se transforma.
Cuando el mundo es nuevo,
cada piedra es una joya,
cada flor es un regalo,
cada nube un viaje,
cada hora
una eternidad.
domingo, 15 de mayo de 2011
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