jueves, 13 de diciembre de 2007

ANA MARÍA VIEIRA
(1945)

EL SUEÑO DE LA DONCELLA

Por la ventana ha entrado un hombre muerto,
blanca la sien y en sombra desvelado,
mientras la luna -ciega- se ha ocultado
bajo las luces más allá del huerto.

A la doncella toma en cuerpo abierto
y la corteja con su brazo helado.
Sueño del agua, sueño del amado
en este engaño del que todo es cierto.

El cielo entero goza y se estremece
cuando en amor disfruta que la bese.
Como una brisa queda deshojada.

Despunta el día. Ella se ha dormido.
Todo en su alcoba se ha desvanecido
menos la huella roja de una espada.

TEMBLOR DE AGUA

Fulgurantes cascadas
desgranan sus cristales
desde ánforas extrañas
Inmóvil bajo el cielo
recibo toda la inconstacia de la lluvia
Sus finas hebras entretejen
el sudario de las piedras:
transitoria humedad que purifica

De igual forma
el corazón de bordar sobre sus llagas
-con acerados hilos-
tan infranqueable manto
que sólo el amor con sus espadas
penetre su rojo laberinto

Sólo entonces podremos oír la lluvia y
contemplar con ojos nuevos
como el agua
al caer también se eleva

ANA MARÍA VIEIRA

Obra Poética:

"piélago" (1996), "peligros posibles" (1999);
"Por tan Profundo" (2002)

1 comentario:

Diego de la Noche dijo...

COMENTA: CARLOS ORDENES PINCHEIRA

Ana María Vieira tiene un bien ganado prestigio como poeta a través de sus libros anteriores.En esta última obra se advierte la misma destreza. la palabra justa, nunca desacertada.

Ya desde "peligros posibles" comenzamos a notar claramente un avance en su tonalidad lírica. Hay una tristeza suave y dulce que se va transformando a poco andar en hermosa ofrenda en nombre del amor, ese amor que nunca decrece y que en cada poema surge con mayor vigor y entrega.

También escribe sonetos de impecable calidad como el que aquí destacamos como uno de los mejores sonetos de la poesía chilena.