ALEJANDRA ZARHI GARCIA
MI ENSENADA
Como se cansa el cuerpo
tratando de alcanzar
las caricias.
Al igual que un viejo tronco
temiendo sr taladrado
por las fieras palabras.
Internarme
camino dentro
y buscar en el tumulto
la huella fantasma.
Indiferente a los mimos
los elogio y las canas.
Queriendo olvidar
el intento se convierte
lejano
cuando coge y da alas.
Quemando lo más profundo
y despertar sobresaltada
resucitando los deseos
que habitan en mi ensenada.
AL FINAL DEL CAMINO
Ni tierna infancia
ni caricias amadas.
Turbación, recogimiento:
torpe andar de niños;
gritos, golpes, sin amigos.
Obra inconclusa:
un corazón milenario
que desfallece,
unos abrazos sin dueños.
Es como escalar la marejada
de una pesadilla.
Prosigo,
esperando al final del camino
mostrarme concreta – ida.
BOSQUE ANTIGUO
Soy el único hueco
que no has habitado.
La tierra misteriosa
que no tienes.
El grito oprimido,
el delirio y el destello.
La novedad
de un bosque antiguo:
el sombro.
Juras que nunca serás mío.
PALABRA DE PIEDRA
Son como látigos
las palabras de piedras.
Y sigo pensando
descubriendo soles,
diamantes.
El ánfora late
al comienzo
de las mieles.
En el fondo de la lejanía
se aproxima un regreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario