JUANY ROJAS CASTRO
SEMBRAR
Hundir las manos en la tierra
como una intrusa
en su intimidad de raíces
Desgranarse
enloquecida de semillas
sobre la humedad
la pubertad de los tallos
el aroma oculto.
Mudar los bulbos
también el cuerpo
Sentirse en floración
LAVAZA
Sumergida en el tacto del agua
la ropa
es intimidad que se entrega
Un vestido de sonrisa azul
con la esperanza ribeteada en el escote
un pantalón que lloró en el gris
de un cemento estéril
un sostén
con el deseo bordado en el encaje
el sudor
la rabia
los sueños
la tristeza
que imprimimos en la ropa.
El anhelo de ser lavados
sin sentir el rigor del sarro
que bordea el curso de la vida
EROTIZAR EL JARDIN
Bastó con plantar uno solo
un plumbago
para llenar de escándalo aquel rincón
Todas las plantas se alborotaron
también mis ojos
hasta el aire se detuvo cual etéreo gato
para rozar su cuerpo con las ramas
Es que su melena crespa y azulada
es la de un dios griego
una tentación
que erotiza mi jardín
ORÉGANO Y ALBAHACA
En maceta recostada
su cuerpo ondulado hacia la luz
frágil olorosa
enfundada en medias verdeclaro
En frasco de vidrio
o en cacharrito de greda
a veces en el jardín
aromático risueño
fiel
Son aromas coqueteando en mi cocina
filamentos invisibles
entrecruzados
con sensual frescura
en mi quehacer
LA SIESTA
Para que se olvide de mi cuerpo
pongo mi sombra a dormir siesta
bajo un duraznero
para seguir
liviana por los días
desatada de amarras
libertina sin sombras
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